La traducción de textos económicos V
Necesidad del traductor de conocer las características y especificidades de los distintos discursos y las dificultades que su traducción entraña.
Otra especificidad de este tipo de textos es que el traductor debe conocer tanto las características del lenguaje de la economía en sentido amplio como las de los distintos discursos que en los textos económicos aparecen. En relación con esta afirmación, conviene saber que el registro jurídico y el económico son más estáticos, elevados, formales y académicos —de los dos el jurídico es mucho más arcaizante, solemne y estereotipado —aunque ambos comparten también el uso de latinismos, como por ejemplo ceteris paribus, muy frecuente en el lenguaje de la economía. El lenguaje de las finanzas, sin embargo, es más dinámico, expresivo, breve y claro. El registro de las finanzas se caracteriza por la utilización de colores —blue chips (valores bursátiles estables, no volátiles), red tape (papeleo administrativo), to be in the red (estar en números rojos), red ink (deuda), etc.—, imágenes de animales —algunos ejemplos frecuentes son los términos bull market y bear market, con las imágenes del toro y del oso para hacer referencia al mercado alcista o al bajista respectivamente, o el término chicharro que se utiliza en la jerga bursátil española en relación con un valor de baja rentabilidad—, la tendencia hacia el lenguaje coloquial y popular o los juegos de palabras —muy frecuentes en los titulares de la prensa económica y que no son siempre fáciles de traducir—, y la expresividad y claridad comunicativa —se utilizan, por ejemplo, términos como bubble o burbuja (se habla de la burbuja del mercado de la deuda o de la burbuja inmobiliaria) y paper o papel (para hacer referencia a los efectos o instrumentos comerciales, esto es, la letra de cambio, el cheque y el pagaré)—.
En el lenguaje de especialidad de la economía existe vocabulario técnico con significado unívoco pero también podemos constatar que existe un elevado porcentaje de vocabulario semitécnico —el vocabulario “adoptado” de la lengua común que adquiere un significado dentro del lenguaje de especialidad— y general —aquel vocabulario de la lengua común que no pierde su significado propio como por ejemplo los términos cash, check, y bank—. El vocabulario semitécnico plantea muchos problemas de traducción y la polisemia propia de este tipo de vocabulario es una de las principales dificultades a las que debe enfrentarse el traductor económico. Por ejemplo, la palabra call en el ámbito de los negocios puede tener los significados de “llamada”, “llamamiento” y también se puede traducir por “convocatoria” —de una reunión—, “visita comercial a clientes”, “requerimiento o exigencia de devolución del llamado call money”, “rescate” —de acciones o bonos—, “dividiendo pasivo” o “requerimiento de abono de las acciones suscritas”, “opción de compra”, etc.
Asimismo, el lenguaje de la economía y los negocios se caracteriza por la abundancia de siglas, acrónimos y formas lingüísticas mutiladas —por ejemplo, son muy frecuentes las abreviaturas de monedas—. Las siglas y los acrónimos constituyen un alto porcentaje del vocabulario técnico en este ámbito de especialidad y la traducción de estos términos supone una de las principales dificultades de la traducción de textos económicos. En cada caso el traductor podrá optar por una u otra solución de traducción después de consultar determinadas fuentes fiables —por ejemplo, la página web de la empresa que solicita en el encargo de traducción, las páginas web de la competencia, textos paralelos, glosarios sobre economía y finanzas, diccionarios, etc.—, o por el contrario podrá elegir mantener la sigla en lengua origen.
En este sentido debemos reconocer que no somos partidarios de dar respuestas únicas o categóricas como soluciones de traducción. Por ejemplo, los términos SEC (Securities and Exchange Commission) y Fed (Federal Reserve System) se suelen utilizar en lengua inglesa en muchas ocasiones pero otras veces se opta por los equivalentes dinámicos acuñados en la práctica: “Comisión Nacional del Mercado de Valores estadounidense”, “organismo regulador del mercado de valores estadounidense” en el primer caso y “Reserva Federal” o “banco central estadounidense” en el segundo.
Hay un gran número de siglas y acrónimos del ámbito de la economía y las finanzas en lengua inglesa que se traducen por su equivalente dinámico en español. Por citar solo algunos ejemplos: GDP (Gross Domestic Product) por PIB (producto interior bruto), GNP (Gross National Product) por PNB (producto nacional bruto), y CPI (Consumer Price Index) por IPC (índice de precios al consumo).
No obstante, otros muchos acrónimos y siglas se han adoptado en la jerga de negocios española y se identifican por los expertos cuando se utilizan en lengua inglesa. Claros ejemplos de lo señalado anteriormente son los acrónimos EBITDA (Earnings Before Interest, Taxes, Depreciations and Amortizations), EBIT (Earnings Before Interests and Taxes), MBO (Management Buy-out), M&A (Mergers and Acquisitions), IPO (Initial Public Offering). En el mundo de la empresa las siglas CEO (Chief Executive Officer), CFO (Chief Financial Officer), COO (Chief Operating Officer), aunque tienen su equivalente dinámico en lengua española —consejero delegado, director financiero y director de operaciones, respectivamente—, se utilizan a menudo en lengua inglesa por muchas empresas.
Otra dificultad de traducción de los textos del ámbito de la economía y los negocios es la traducción de las metáforas. Por ejemplo son frecuentes las imágenes de animales —la referencia al toro y el oso que mencionábamos anteriormente al hablar del lenguaje bursátil y otras muchas como por ejemplo dead cat bounce para referirse a un periodo de recuperación económica temporal que se produce después de un largo periodo bajista o cash-cow en alusión a un producto o una unidad de negocio de una empresa que ofrece una elevada rentabilidad—. Otras expresiones metafóricas del ámbito de la guerra, la salud, los fenómenos meteorológicos, la botánica o la navegación utilizadas en el lenguaje económico, sobre todo en lo que respecta a los textos divulgativos, han sido un campo muy estudiado por los investigadores del ámbito de la lingüística aplicada, la lingüística contrastiva, el inglés para fines específicos y la traducción.
Otro escollo de traducción frecuente en el ámbito de la traducción de la economía y los negocios es el de los falsos cognados, una de las principales causas de errores de traducción. Los términos del lenguaje jurídico —que como ya hemos apuntado coexisten con otros términos del ámbito de los negocios—, son de raíz latina, al igual que los términos económicos, por lo que existe un mayor riesgo de falsos amigos para el traductor. Sin embargo, el vocabulario de base anglosajona — términos como dealer, cash-flow, broker, o rating—presenta menos peligro de falsos amigos.
En el mundo de los negocios se utilizan múltiples términos jurídicos que el traductor debe poner en cuarentena para evitar cometer falsos amigos como por ejemplo Act que a menudo se traduce por “acta” en vez de por “ley” —el equivalente dinámico de “acta de una reunión” en inglés es minutes of a meeting— o statute que se suele traducir erróneamente por “estatutos” y confundirse con los estatutos o normas de funcionamiento de una sociedad, cuando lo que realmente significa es “ley parlamentaria”, sinónimo del término Act en lengua inglesa. En los contratos —uno de los textos más frecuentes en la práctica profesional de la traducción—, encontramos gran número de términos susceptibles de ser falsos amigos. Por ejemplo las sections de un contrato son “cláusulas” o “estipulaciones” y no “secciones”. Asimismo, el término provisions debe traducirse por “disposiciones” y no por “provisiones”, etc.
Además, algunos términos pueden aparecer en un mismo texto y ser considerados falsos amigos en función del contexto en el que se encuentren inmersos o del registro al que pertenezcan. Así, por ejemplo, en un contrato de accionistas o en un acuerdo de fusión y adquisición de empresas podemos encontrar el término provisions que hace referencia a las disposiciones de un contrato, esto es, a lo regulado en él. En ese caso si utilizamos el equivalente dinámico “provisiones” estaríamos cometiendo un error de traducción ya que se trataría de un falso amigo. La traducción correcta, como hemos apuntado anteriormente, debería ser “disposiciones”. A menudo el mismo texto del que hablamos puede contener una cláusula que establezca aspectos contables sobre la empresa en la que podemos encontrar el término provision. En ese caso el traductor deberá estar alerta ya que no se trata de la disposición del contrato sino de una provisión entendida esta como el apunte contable que se hace en el pasivo de una cuenta como reconocimiento de un riesgo, por ejemplo para descontar una determinada cantidad que se prevé que puede quedar impagada por uno de los clientes de la empresa. En otros textos de negocios del ámbito de las sociedades mercantiles capitalistas el término director puede significar “director” si hablamos del director general de la empresa (general director of the company) o del director financiero (finance director of the company) y puede tratarse de un falso amigo si hablamos de los directors como miembros del consejo de administración. En este último caso el término director deberá traducirse por “consejero”, “administrador” o “miembro del consejo de administración”.
Otros errores de traducción derivados de los falsos amigo o de calcos léxicos son la traducción del término member (of a company) por “miembro de una empresa” cuando lo correcto en español es “socio”, la traducción de resolution —de un órgano societario como el consejo de administración o la junta general de accionistas— por “resolución” en vez de por “acuerdo”, la traducción de incorporate a company por “incorporar” en vez de por “constituir” o “fundar” una empresa y, por último, la traducción de corporation por “corporación” en vez de por “sociedad”, “sociedad anónima”, “empresa” o “compañía”.
Otra dificultad de traducción en este ámbito de especialidad es la traducción de las colocaciones léxicas. El conocimiento de las colocaciones léxicas por parte del traductor, sobre todo en lengua meta, resulta fundamental para producir una traducción precisa y rigurosa del texto origen.
En la siguiente entrada de este blog abordaremos la gran dependencia del inglés que presenta el español de la economía y de los negocios.
Autor: Verónica Román
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